Va a comenzar una hermosa danza, una danza de rayos de luna. Va escondiéndose el Sol, y ella, ambiciosa por ser más hermosa que ninguna, despliega sus faldas hechas de rayos de plata. Los rayos se cojen, danzan en la explanada del monte más hermoso, y lo iluminan todo, dándole a la pequeña montaña un halo de misterio tan hermoso y atrayente que de pronto todos los animales se ponen a bailar. Y todo el mundo danza, y son felices, y ríen y beben el agua del rocío, que va cayendo lento pero refrescante, quitándoles el sudor que tal hermosa y efusiva danza les produce. Y de repente, amor, dolor, triste